Insulto, halago, observación, verdad.

Hace algunos días alguien  a quien a veces le pongo atención me dijo,  “eres una niña”. Yo estaba un poco molesta, seguramente tenía la pupila dilatada, la cara roja y movía la cabeza de lado a lado en señal de desacuerdo.  Las tres palabras me supieron a insulto y protesté. “Eres una niña”, repitió. Pero esta vez no me lo tomé a insulto de primaria y las palabras entraron más fácil en mi bélica cabecita.

Llevan varios días acampando en mi mente. Titilante inmadurez, la mía.

 A pesar de pagar impuestos, la renta, la luz, tener demasiados 12 meses sin intereses encima, recibir una quincena, hacerme el Papanicolaou con regularidad, ponerme bloqueador en la cara religiosamente, tener la FIEL del SAT, una visa para trabajar en Estados Unidos, una cuenta de ahorro,  no soy un adulto.

No sé en que consista ser adulto. Tengo amigas que lo son desde los 17 años. Seriedad y madurez. Pupilas que no se dilatan durante el enojo, que hablan de política sin exaltarse, que no les gusta ver películas en donde los animales hablan o leer cuentos en donde las ilustraciones son el cuento mismo, que gozan de toda la sensatez que a mí me falta. Tengo otras que les llegó la adultez de súbito con el nacimiento de su primer hijo y otras que cuando parece conveniente lo son.
A veces pienso en ese antiquísimo recuerdo de cuando tenía 4 años en los que pensaba que uno se convertía en adulto a los 15 años. Me sonaba lógico, como ahora me suena que los 40 trae consigo la sensatez y la claridad, aunque la vida demuestre lo contrario. ¿O serán los 50?

“Eres una niña”, insulto, halago, observación, verdad.

2 comentarios

Archivado bajo Delirios Personales

2 Respuestas a “Insulto, halago, observación, verdad.

  1. Kar

    But I am an accident waiting to happen! LOL
    Me encantó!

  2. Dunia

    pero si nosotros estamos en la vejez reina!! es real q la madurez nunca se alcanza… even if you are 80, siempre hay cosas q aprender y siempre tenemos talones de berrinche!!!

Deja un comentario